ÁCIDO HÚMICO
¿QUÉ ES EL ÁCIDO HÚMICO?
Las sustancias húmicas, presentes en todos los suelos y aguas, provienen de elementos vegetales en descomposición. Pueden fraccionarse mediante extracción en humina, ácidos húmicos, ácidos fúlvicos y ácidos úlmicos. Sus sales se denominan humatos, fulvatos y ulmatos. Destacando como fracción principal, los ácidos húmicos constituyen el núcleo biológico del humus.
En un suelo fértil, la concentración máxima de ácidos húmicos alcanza un 3%, mientras que la turba tiene aproximadamente entre 3% y 10%. En ciertas capas de lignito blando (Leonardita), que no han alcanzado el estado de lignito, se encuentran ácidos húmicos con concentraciones de hasta el 85%. La Leonardita se distingue del lignito por un mayor grado de oxidación y un contenido más elevado de ácidos húmicos, como se ha señalado anteriormente.
Desde el descubrimiento de esta elevada concentración de ácidos húmicos en la Leonardita, su producción comercial para la agricultura ha experimentado un notorio aumento.
PRINCIPALES FUNCIONES DEL ÁCIDO HÚMICO
- Mejora de la capacidad de retención de agua.
- Favorece la aireación del suelo, proporcionando un entorno propicio para el desarrollo radicular.
- Reducción de la erosión.
- Aumento en la capacidad de intercambio catiónico; mejora la capacidad del suelo para retener y suministrar nutrientes esenciales a las plantas.
- Potencia la actividad microbiana, liberando nitrógeno y contribuyendo a la salud del suelo.
- Evita pérdidas de nutrientes por lixiviación, maximizando la eficiencia en la absorción de nutrientes.
- Aumento de disponibilidad de Potasio (K).
- Fijación de macro y micro Nutrientes.
- Mejora la permeabilidad de la membrana celular, promoviendo el desarrollo de raíces, germinación de semillas y actividad metabólica.
- Uniformidad en tamaño y vigor del cultivo.